martes, 12 de febrero de 2013

LA INNOVACIÓN HACIA EL FUTURO


Según establecía Michael Porter en alguna conferencia en el año 1990, “Las batallas futuras por la competitividad se librarán no solo entre organizaciones, sino entre naciones”.

La mejor manera para mantenerse en el terreno de la competitividad es mantenerse en el camino de la innovación.

En el nivel nacional, los países deben organizarse mediante la estructuración de Sistemas Nacionales de Innovación (SNI), los cuales se definen como una serie de instituciones cuya interacción define el desempeño de la innovación en la red de corporaciones nacionales. En palabras llanas, esto dice que los países requieren organizarse mediante la agrupación comprometida de diversos organismos y miembros, que en conjunto deben emprender y dirigir la actividad innovativa, y derramarla hacia todas las organizaciones en todos los sectores. Los SNI sirven como vehículo para el aprendizaje de las sociedades y estimulan la trasformación de las economías, impulsándolas hacia un estado renovado de uso intensivo de tecnología y desarrollo basado en conocimiento.

La premisa central de este concepto establece que la innovación es el elemento central de la competitividad, mientras que la fuerza impulsora de la innovación es el conocimiento (el recurso más crítico en nuestra economía moderna).

No existe consenso en cuanto a la definición de “innovación”, pero se puede pensar de este término como la creación y aplicación de conocimiento nuevo para el beneficio de los sistemas productivos, administrativos, de diseño y desarrollo de productos y servicios actualizados, cuyas características se encuentran alineadas con la responsabilidad social y del medioambiente.

Al conocimiento le podemos definir como “información y creencias válidas y justificadas mediante procedimientos científicos”, y su uso no debe monopolizarse entre aquellas firmas y organizaciones más aptas para la investigación, que tradicionalmente han sido las más poderosas y con mayores recursos económicos. La trasferencia de conocimiento debe conceptualizarse como el flujo sanguíneo para toda sociedad moderna y para sus sistemas productivos y organizacionales. Esto se debe a que su difusión es requerida para promover la creación de conocimiento fresco, el cual cobra vida del anterior y dará posteriormente existencia a otro tanto más nuevo.

El conocimiento siempre ha sido el núcleo del crecimiento económico, y con la explosión de las tecnologías de información y comunicaciones, hoy se ha puesto a disposición de todos (y de manera muy accesible) una inmensa cantidad de datos e información que soportan el aprendizaje constante de millones de seres humanos y organizaciones. Pero al mismo tiempo, estas mismas tecnologías han provocado que ciertas habilidades y competencias anteriormente valuadas en los recursos humanos se hayan vuelto obsoletas.

Por ello, lo que garantiza la permanencia exitosa en la arena competitiva actual es la capacidad de rápido aprendizaje y adaptación al cambio acelerado.

Aquellas especies que mejor se adapten a las condiciones de la vida (al cambio) serán las más aptas para sobrevivir y reproducirse (no prevalece el más fuerte, sino el más adaptable)

En los estudios teóricos futuristas y entre los historiadores de la tecnología, se define el concepto de “cambio acelerado” como el incremento en la velocidad de cambio tecnológico, social y cultural a través de la historia de la humanidad. Y se afirma que de hoy en adelante éste no experimentará desaceleración alguna, sino por el contrario, incrementará su paso así como la profundidad de las modificaciones que provoque en los sistemas en general.



Esta teoría sugiere que los periodos entre grandes cambios en la humanidad se hacen más cortos conforme nos adentramos en nuestro futuro.

Se menciona mucho el término “creación destructiva” para enmarcar la erradicación de antiguas y tradicionales formas de pensar, la cuales normalmente mantienen al ser humano sometido a ciertas restricciones culturales que pueden cobrar vida como obstáculos para el aprendizaje efectivo.


DVM/ Frausto

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